En las últimas décadas estamos asistiendo a la demolición del estado de derecho y del estado de bienestar en favor del absolutismo e imperialismo promovido de las élites políticas globales, unidas a su vez con las élites económicas que han irrumpido con fuerza a raíz del segundo mandato del Presidente Estadounidense Donald Trump.
Del Pensamiento político racional (ideologías propiamente dichas), hemos pasado a las batallas culturales (auge de la política emocional) y a la batalla del relato político (Desarrollo y sofisticación de la propaganda política).
Muchos hoy nos preguntamos ¿Que defiende hoy la izquierda? ¿Cuáles son sus principales reivindicaciones? ¿A quienes defiende la izquierda? para pasar a preguntarnos ¿Qué significa hoy ser de izquierdas?

La izquierda, tal y como la hemos conocido hasta ahora, a nivel europeo, está en Stand By. Está bloqueada en un laberinto existencial del que no sabe como salir. Su disminución y desencanto en los fieles, está provocando su debilidad, está abandonando espacios que están siendo colonizados por extremistas de derechas y también de Izquierdas. Poco a poco va muriéndose lentamente en una agonía insoportable e intolerable. No me refiero a partidos o ideologías en concreto, sino que es algo que está afectando a todo el espacio político de la izquierda.
Su campo original después de la segunda Guerra Mundial, cuando se estableció el nuevo orden mundial, estaba formado o bien por los seguidores de la Socialdemocracia alemana y escandinava, por el socialismo francés e italiano, por el laborismo británico y el socialismo democrático ibérico; o bien por los sovietismos generados en la órbita de la URSS. De todo aquello quedan tan solo sus restos arqueológicos, que nos remontan a un pasado que ya, es obvio, que no existe.
Tras la caída de la URSS en los años 90 del siglo pasado, han surgido nuevas ideologías en la izquierda europea, ideas que proceden tanto del campo del liberalismo, como de la rusia post soviética, que han trastocado el marco intelectual y los parámetros en los que tradicionalmente se movía la izquierda.

Estamos en una nueva época histórica a la que algunos llaman ya la «era de las emociones», un contexto histórico completamente diferente, con muchos «órdenes mundiales» sobre la mesa, a cada cual mas variopinto y surrealista. No hay elementos de unión, o al menos de confluencia, en la izquierda. Resistir, supervivir, mantenernos a flote, ahondar en la nostalgia, en lo que pudo ser y no fue… estamos como los intelectuales del 98 en España, lamentándonos por lo que ya no existe. Tenemos un buen recuerdo del pasado, pero no podemos vivir en el pasado, tenemos que afrontar el presente tal y como es.
Convendría recuperar en ese sentido la filosofía de José Ortega y Gasset para volver a ponernos fríamente en movimiento, para de esta forma recuperar lo poco que quede de la izquierda, redefinirla y orientarnos por el camino correcto de la historia. Hay mucha presión desde la derecha, extrema derecha y ultraderecha, e interna de los quintacolumnistas, para hacer desaparecer a la izquierda del mapa político. Hay dos opciones, o resistimos, o desaparecemos.

Pero antes de tomar una decisión, primero tenemos que redefinir que es la Izquierda, definir las ideologías de la Izquierda, los partidos políticos y otras organizaciones políticas o sindicales vinculadas con las ideologías de izquierdas. No ser tampoco ni dogmáticos, ni clasistas, ni exclusivistas, creo que la izquierda siempre ha sido y puede seguir siendo heterogénea, diversa y plural. Creo que estas consideraciones son compartidas por todos los que nos consideramos ser de izquierdas.
Pero ínsito, primero definir la izquierda, sus ideologías, sus organizaciones, sus programas, sus acciones a nivel europeo y a nivel internacional. Sin descuidar lo nacional , regional y local. Piensa en global, actúa en local.
Hoy buscamos soluciones a los problemas actuales, lo que tenemos que intentar es no crear nuevos problemas a los ya existentes, se necesita imaginación y creatividad, se necesita contar con todos, que las organizaciones no sean tan piramidales y jerarquizadas como hasta ahora. Tenemos que tener visión a largo plazo, no a corto plazo, salir del círculo vicioso, acción-reacción, tenemos que ser sinceros y honestos los unos con los otros, llevarnos bien, que haya diálogo y comunicación frecuente. Hoy con la tecnología que se dispone es mucho mas fácil esta comunicación.
Tenemos que repensar el sistema actual, habrá que eliminar cosas que ya sabemos que no funciona, y añadir cosas que a lo largo del tiempo han ido surgiendo pero por lo que sea, no se han incorporado. No podemos estar parados, tenemos que seguir avanzando adaptándonos a esta nueva «Era de las emociones», suscitemos emociones e ilusiones de izquierdas. Superemos el orden de 1945 (Europa occidental) y el de 1917 (Europa oriental). ç
Abramos nuestras mentes a nuevas realidades, la Izquierda es diversa y plural, aprendamos a convivir y a coexistir.

(fotografías, créditos a quienes correspondan)
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