El relato de las guerras actuales

Es notorio que las guerras de hoy se emiten en directo, en la franja horaria clave para disparar el share y por todos los canales posibles que el ser humano pueda imaginar. En estas nuevas guerras en Streaming lo importante no es el contenido de la misma: causas, motivaciones, desarrollo y consecuencias, lo importante es el «Relato» , la narración que se añade para contar a los espectadores lo que están viendo y que estos no tengan que pensar. Es decir, presentar la noticia elaborada a partir de hechos reales pero con una intencionalidad manifiesta con cargo al anunciante.

En el siglo XX los señores de la guerra usaban la propaganda de guerra para estimular a las tropas y para justificar sus hazañas bélicas ante la sociedad. Era una época en la que la información se transmitía por la prensa escrita, después vino la radio, para finalmente llegar a la televisión. La información recabada por los medios de comunicación, provenía de corresponsales de guerra que jugándose literalmente la vida y viviendo en carne propia la guerra, sin las comodidades actuales, se informaban, o bien directamente con la ayuda de traductores y colaboradores; o bien a través de los medios oficiales del bando y del lugar donde estaba librándose la guerra.

Un ejemplo de estos valerosos periodistas fue E. Hemingway que entre otras guerras, fue corresponsal en la Guerra Civil Española (1936-1939). Fruto de aquel trabajo, además de los artículos a su medio, fue el libro «Por quién doblan las campanas» (ed. Planeta, 1977), que recomiendo que lo lean para ver la vida cotidiana dentro de una guerra y la labor de los corresponsales de guerra en aquella época.

Hoy los corresponsales duermen cada dia en un hotel, con todas las comodidades, ofrecidas por la autoridad del lugar, donde disponen de salas adecuadas para la edición y para la realización, así como toda la infraestructura digital que necesitan para emitir desde balcones o desde lugares con bonitas vistas donde no se aprecian por lo general los estragos de la guerra en la población civil. Toman la información directamente, eso se mantiene, pero también tienen infinidad de recursos digitales a su disposición. Disponen de coches, furgonetas, Enlaces con el país… Desde luego hoy puede ser mas fácil ser corresponsal de guerra que antes, aunque eso no quita que estén en zona de peligro y que se siguen, pese a las comodidades, jugándose la vida.

Digo todo esto porque la información que hoy se emite por los multiples canales de información, medios y redes, puede ser errónea, puede que haya sido manipulada, o puede que haya sido censurada. A veces si el corresponsal no puede llegar al frente, eso suele ocurrir con frecuencia, o la información que dispone no es muy consistente, la especulación o suposición del periodista sobre lo que puede ocurrir puede que no coincida con la realidad. Las autoridades del lugar donde están pueden ser o bien permisivas o bien restrictivas con la movilidad de los corresponsales. También pueden controlar lo que han grabado y lo que van a emitir, por lo que su trabajo también se enfrenta a la censura o a algo peor, que sean detenidos confundiéndolos con espías o terroristas.

Por eso a veces hay muchas contradicciones cuando el espectador ve la misma noticia en varios medios. Contradicciones que impiden a veces entender lo que realmente ha ocurrido. Contradicciones que impiden saber quienes son los agresores y quienes los agredidos. Es decir los espectadores estamos indefensos si nos quedamos con una versión, o intentamos poner orden entre todas las versiones posibles. Para saber con mas detalle, hay que hacer el esfuerzo de investigar y de estudiar, es decir, ampliar la información, para poder acceder al conocimiento de lo que realmente ha pasado.

Un ejemplo, la reciente batalla, no la llamo guerra, entre Israel + EEUU contra Irán. ha habido ataques desde ambos lados con mayor o menor virulencia, hasta que han parado por que así lo han decidido los dirigentes de ambas partes, EEUU, se ha atribuido la victoria y ha relatado que ha habido un acuerdo de tregua con Irán y que Irán lo ha aceptado.

Acto seguido Irán desmiente a EEUU afirmando que no ha habido tregua y que ellos solo se defendían del ataque primero de Israel, pero una vez consolidada la respuesta ellos no iban a escalar la guerra. Por otro lado Israel también atribuyéndose la victoria para sí, agradeciendo la ayuda estadounidense y afirmando que Israel ha logrado la paz mundial al eliminar las capacidades bélicas nucleares de Irán.

¿A quien creemos, a quien otorgamos la corona de laurel de la victoria? ¿A quien tenemos ahora que humillar y demonizar por ser el perdedor? porque si aceptamos estas posiciones se da la paradoja que todos son vencedores y ninguno es el perdedor. Si solo nos quedamos en el titular de prensa, si solo nos quedamos en las declaraciones de los señores de la guerra, si solo nos quedamos en la superficie de la noticia, si sólo nos quedamos con una versión de la noticia, probablemente nunca sabremos lo que realmente ocurrió.

El relato se ha impuesto a la realidad, de tal forma que en el siglo XXI ha surgido una nueva modalidad de guerra: la guerra híbrida, que no sólo se libra en el campo de Batalla por medios convencionales, sino que también se libra en el ciberespacio global, a través de las redes y medios digitales globales.

Las batallas se relatan pensando mas en la audiencia y en el beneficio que esa audiencia genera para sus creadores o realizadores, distribuidores y comercializadores, detrás grandes compañías internacionales vinculadas con el mundo de la comunicación. A mas noticias, mayor audiencias y a mayor audiencias, mas revalorización de sus acciones, mas inversores y mas beneficio. Pero para que esto sea posible es necesario que haya materia prima, es decir, guerras, conflictos, tensión que se prolonga durante meses y años…. y para eso pactan con los señores de la guerra, que son los millonarios que poseen las empresas mas grandes del planeta.

En el siglo pasado las guerras eran públicas (Financiación pública de los estados) y legales (Autorizadas por el CSNU de la ONU). Hoy se producen guerras privadas (financiación privada de grandes corporaciones) y muchas de ellas ilegales (Fruto de alianzas temporales entre empresas). Hemos visto en la guerra entre Rusia y Ucrania, aun en activo, como hay pequeñas unidades combatiendo en ambos bandos, que en realidad son empresas privadas, que son contratados como mercenarios por los estados combatientes.

El auge de los nuevos totalitarismos está provocando la ausencia del Estado, la ausencia de dinero público, la ausencia del derecho, la ausencia de la democracia en muchos sitios del planeta. Por lo que hoy las guerras, son en realidad, guerras empresariales que luchan por la hegemonía del mercado al estilo de los antiguos imperios coloniales que se repartían el mundo en beneficio propio sin atender a las consecuencias de sus actos y sin que tener que rendir cuentas a nadie de sus actos.

Si uno escarba detrás de la noticia, si uno investiga y estudia va a comprender muchas cosas de lo que hoy está ocurriendo. La mayoría de estas batallas tiene que ver con el desorden y caos mundial en el ámbito comercial. La lucha por la hegemonía de los recursos naturales, clásicos como el petróleo o el gas, se unen ahora la posesión de las «tierras raras» vitales para la industria digital y también armamentística. Se ha impuesto el «todo vale» en esta guerra híbrida. La ley de la Jungla en estado puro.

Vemos de nuevo que el Relato en los medios y redes pretende exculpar a unos y justificar las mayores atrocidades cometidas por el ser humano desde la segunda guerra mundial. Mientras el pueblo, la sociedad civil, se entretiene con la versión actual del «Panem et Circenses» romano, ellos, los señores de la guerra, los detentores de las mayores fortunas, poder y prestigio del planeta, se enriquecen mucho mas de lo que ya lo eran antes de la guerra.

La avaricia y sobre todo la codicia desenfrenada por acaparar riquezas y poder, ha creado nuevos monstruos en el ámbito de la política, nuevos dictadores, nuevos regímenes totalitarios, nuevos regímenes represivos y autoritarios. Todo puesto al servicio del Señor de la Guerra, sin ningún beneficio real para la sociedad, que vive en general ajena, engañada o se le convierte en adicto gracias a estas drogas digitales a modo de batallas seriadas o noveladas de entretenimiento enlatadas creadas precisamente para entretener y para de forma subliminar enganchar a aquellos que carecen de conocimientos reales.

Hoy la soberanía del pueblo vuelve de nuevo a ser secuestrada por estos nuevos dictadores, los ciudadanos somos meros peones prescindibles en sus guerras relatadas e inventadas. Cada vez tenemos menos derechos y menos libertades. Cualquier disidencia, discrepancia, cualquier rebeldía, es aplastada por una jauría enfurecida de medios, adictas al régimen, que ha sido entrenada para intimidar, agredir, violentar y en última instancia aniquilar al que ose oponerse a estas nuevas dictaduras, o que ose defender los principios democráticos básicos, o que fomente la paz sin armas. Un Relato puede servir para combatir otro Relato, y con las IA la imaginación y la creatividad en el Relato se dispara sin fin y sin control.

Por eso es tan difícil actuar, por eso es tan difícil frenar, por eso es tan difícil poner fin a esta locura. Muchos ciudadanos no saben moverse en este nuevo ámbito de guerra híbrida. Ni siquiera los analistas en relaciones internacionales son capaces de aclarar y dar luz a la comprensión de estas guerras hibridas.

Simplemente no se puede porque falta formación y falta formación porque los señores de la guerra no le interesa informar, ni formar a la población sometida a su «suprema» voluntad. Porque esto también tiene tintes ideológicos en lo referente a «quitar obstáculos» en la carrera armamentística, en la batalla comercial, en la lucha por la hegemonía. Estos señores quieren ciudadanos dóciles y obedientes que no acusen problemas. Es mas fácil controlar a los ignorantes que a los que disponen de conocimientos avanzados. Necesitan que la gente no piense, no razone, solo obedezca ciegamente.

En el siglo XX la democracia (liberal o social) era la norma y la dictadura o las oligarquías la excepción; hoy se ha invertido la ecuación, hoy la dictadura o las oligarquías son la norma y la democracia la excepción. Geopolíticamente, Europa aun sigue siendo el bastión de la democracia liberal. EEUU va camino del oligopolio mercantil y de un sistema autoritario del poder con Donald Trump. Rusia es una oligarquía nacionalista, imperialista consolidada con Vladimir Putin.

Latinoamérica está comprometida con los BRICS, es decir pequeñas potencias emergentes en el mercado global, que aun no se han decidido por que régimen se decantan, hay democracias sociales, hay regímenes autoritarios y semi autoritarios, dictaduras clásicas y nostálgicas del pasado, narco dictaduras consolidadas… Hay un poco de todo.

En Asia, predominan también los BRICS, también hay de todo, desde monarquías feudales (Emiratos Árabes) hasta regímenes comunistas estalinistas (Corea del norte) pasando por el panarabismo residual, teocracias, maoísmo residual, nuevo socialismo con características chinas, potencias tecnológicas como la India…

En África muchos países están empezando a salir del fango, otros están sometidas a dictaduras terroristas internacionales, otros al neocolonialismo ultraliberal internacional, unas pocas son asimilables a los países desarrollados y estas aunque se muestren como democracias liberales, siguen escondiendo un fuerte autoritarismo entre sus líderes. Siguen existiendo dictaduras y sigue siendo el continente mas pobre del mundo, pero con los mayores recursos naturales del planeta.

El mundo gracias al ciberespacio está cada vez mas interrelacionado, por lo que muchas veces los señores de la guerra no controlan toda la información emitida. Muchas cosas que prohíben o censuran en sus países salen a la luz en el extranjero donde no hay censura. Estas noticias viajan libremente por el ciberespacio y siempre hay resquicios tecnológicos que no pueden controlar los señores de la guerra que llegan a los ciudadanos, que al conocer la realidad se indignan y movilizan contra estos señores de la guerra. A mas rebelión mas represión y a mas represión mas noticias y esto hace que surja la batalla del relato.

Estos señores de la guerra piensan que son invencibles, porque tienen la riqueza y el poder absoluto, pero no dejan de ser seres humanos con sus debilidades y miserias. Son narcisistas, son gente rodeada de cortesanos que lo halagan, al tiempo que se lucran por su corrupción. Muchas cosas no la sabe el líder, al que mienten, al que manipulan y al que le ocultan cosas sin que el sea consciente de ello.

No son ni inmortales, ni son invencibles. Por ello muchos consideran que hay que perder el miedo a las represalias, no dejarse intimidar por el y no renunciar nunca a los principios democráticos y pacíficos. La historia nos cuenta que las dictaduras surge en momentos críticos y de debilidad de los sistemas democráticos. Ante una amenaza autoritaria, hay que contraponer la fortaleza de los principios y valores democráticos.

No nos quedemos en el relato, ampliemos la información off the Record, analicemos , contrastemos, argumentemos, contextualicemos, pensemos y actuemos en consecuencia. No debemos quedarnos en el relato, ni en la superficie de las noticias. Busquemos la «Verdad» en la realidad constatable, no en la falsedad del Relato inventado.

(Créditos de fotos a quienes correspondan)

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