Mi vida ha transcurrido por cinco papas y cuatro cónclaves. Antiguamente se media la edad de una persona, especialmente la de un cura (que no es mi caso), por el numero de pontificados que se habían producido en la vida de esa persona.
En mi caso nací durante el pontificado de Pablo VI (1965-1978) y por tanto mi vida ha transcurrido durante los pontificados de Juan Pablo I (1978), Juan Pablo II (1978-2005), Benedicto XVI (2005-2013) y Francisco I (2013-2025). Por tanto hubo cuatro cónclaves: 1978, 1978, 2005 y 2013. En los dos primeros aun era un niño de diez años y no recuerdo mucho de sus elecciones, de los otros dos si me acuerdo, incluida la renuncia de Benedicto XVI.

Los conclaves tienen mucho de romanticismo, simbolismo, mitos, leyendas, casa de apuestas, casinos, luchas encarnizadas entre cardenales, polarización, desinformación, bulos… Hay muchas actitudes y comportamientos en torno a la celebración de un cónclave. Tanta expectación tiene que hasta los ateos reconocen que de ser creyentes serían católicos, simplemente por la coreografía que gira en torno al fresco del Juicio final de Miguel Angel Buonarotti de la Capilla Sixtina. El conclave acapara portadas y el prime time de las noticias digitales de cualquier medio de comunicación del mundo.
Pero hagamos un breve repaso por la historia del cristianismo…
El cristianismo surge en el año 753 Ab Urbe Condita, desde la fundación de Roma; el dia 1 del mes 1 del año 1 de la Era cristiana (con permiso de Dionisio el Exiguo), Justo en el momento en que una mujer Maria de Magdala (o Maria Magdalena), una comerciante de telas , amiga y seguidora de Jesús de Nazaret, reconoce la resurrección de Jesús y corre a difundir el mensaje: El Señor ha Resucitado.
Fue en el año 70 de la era Cristiana cuando el Sanhedrin del Templo de Jerusalén, presidido por el Sumo Sacerdote, decreta la expulsión de los «nazarenos» del judaísmo. Iniciándose el nacimiento del Cristianismo como religión independiente. Durante un tiempo, hasta mediados del segundo siglo de la era Cristiana convivieron las doctrinas judías con las nuevas doctrinas cristianas. Fue un periodo de adaptación en el que se transmutaron muchos rituales judíos y fiestas judías a los ritos y fiestas cristianas.
A partir del siglo II de la era Cristiana comienza a desarrollarse el cristianismo como religión independiente, aumentando el número de fieles y comunidades cristianas autogestionadas (A modo de comunas), durante la crisis del siglo III de forma paralela a la descomposición del Imperio Romano Occidental. En tiempos de crisis y persecución religiosa, los fieles buscaban refugio en la religión.

En el siglo IV se pusieron las bases de un cristianismo institucional y organizado. Fue en el Concilio Ecuménico de Nicea I (325) Promovido por el Emperador Romano Flavio Valerio Constantino I Magno, con apoyo del Obispo de Bizancio en un intento por aunar en torno a la religión a los territorios imperiales oriental y occidental, que pasaban por un proceso de independencia con respecto al imperio.
Si bien el cristianismo no era la religión oficial del Estado, dado que el Imperio romano era Politeísta, el emperador Constantino I, adorador del dios castrense y oriental Mitras, aprovechó la expansión del cristianismo por todo el imperio para proclamar la libertad religiosa y de cultos, lo que en la práctica suponía la salida de las catacumbas del cristianismo, su legalización y el fin de las persecuciones religiosas.

En el concilio de Nicea se establecieron los nuevos principios por los que la «Iglesia» (De Ecclesia = Asamblea) debía regirse a partir de entonces. A nivel territorial el mundo cristiano fue dividido en cinco patriarcados: Bizancio (parte oriental del Imperio), Antioquía (Siria), Jerusalén (Israel, Palestina y Jordania), Alejandría (Egipto) y Roma (Parte occidental del Imperio). Estos cinco patriarcados se subdividieron en Provincias, Diocesis y Conventus, siguiendo el mismo esquema administrativo-territorial del Imperio Romano.
El patriarca de Bizancio se consideraba como el principal de los patriarcas a nivel Honorífico, algo así como un Sumo Sacerdote y a la vez el enlace entre el cristianismo y el emperador. Por tanto desde el principio fue revestido con la Autorictas (Autoridad) suprema sobre el cristianismo organizado. Los patriarcas se convirtieron en los podestás (poder) locales, el imperio romano se disponía como principal protector del Cristianismo (Imperium).
A efectos doctrinales se desarrolló la teología cristiana oficial, en base a los escritos de obispos y presbíteros que se difundían por el cristianismo, se fijó el canon de la Biblia Cristiana en dos grandes grupos: los escritos judíos (Antiguo Testamento o Antigua Alianza) y los escritos cristianos (Nuevo Testamento o Nueva Alianza). Y para dar forma a la organización de esta Iglesia Patriarcal se promulgó el primer código de Derecho Canónico, creando así la primera jurisdicción de su historia al margen de la jurisdicción civil.
El emperador Constantino otorgó a partir del 476 (Fin oficial del Imperio Romano de Occidente) al patriarca de Occidente, la Prefectura del Pretorio del Imperio Romano Occidental, según determinó la «Donatio Constantinae», documento sobre el que se sustenta desde entonces el poder temporal del Obispo De Roma y Patriarca de Occidente. Siglos mas adelante se desveló que dicho documento fue una falsificación posterior hecha por la cancillería del obispo Romano. Actualmente se conserva en la biblioteca de la Universidad de la Sorbona en París.
La relación de Bizancio con el resto de patriarcas nunca fue buena, en los pueblos de Oriente se tenía una relación de enfrentamiento constante, dado que esos pueblos se sentían atacados por el poder imperial. Jerusalén tenía pocos fieles y acabó desapareciendo. Antioquia se unió a Bizancio y Alejandría rechazó a Bizancio frontalmente, por lo que acabó todo en un baño de sangre, dadno lugar al nacimiento de la Iglesia Copta (futura Iglesia Ortodoxa Copta).
Roma mantenía una disputa permanente por la primacía con Bizancio. La Coronación en la navidad del año 800 como «Rey de Romanos» del soberano Carlos I Magno (Carlomagno) de los francos en Roma, encendió los deseos de independencia de las iglesias occidentales con respecto al Patriarca de Constantinopla. En el 962, el patriarca de Roma otorga a los emperadores germánicos el titulo de «Rey de Romanos» , lo que levanta las iras de los patriarcas de Constantinopla.
En 1050 Se produce la ruptura del Patriarca Romano con el de Constantinopla y de esa ruptura o «Cisma» surgen dos nuevas iglesias: la Iglesia Católica, Apostólica y Romana ; La Iglesia Ortodoxa Griega. La unidad de Constantino y Nicea I desapareció con este cisma. Cada Iglesia Cristiana desde entonces ha seguido su propio rumbo, formándose así las ramas Copta, Ortodoxa y Católica del cristianismo.

Pero posteriormente a partir de 1519 surge el cisma provocado por los escritos del monje alemán agustino Martin Luther, quien trató la necesidad de regresar a los orígenes judeocristianos y comunitarios del Cristianismo, abandonando la ostentación y poder de las iglesias establecidas. A partir de Luther surgieron movimientos reformadores eclesiales y socio-religiosos, con distinta motivación y doctrinas. Lo mismo pasó en la ortodoxia, al separarse las iglesias orientales de la griega y de esta también se separaron los eslavos de Europa oriental vinculados a la Iglesia Ortodoxa Rusa, la cual también ha tenido numerosas escisiones nacionales.
Hoy sin duda la iglesia es un concepto globalizado que continuamente se hace apelación a recuperar sus señas de identidad originales y existe entre ellas un gran sentimiento de unidad, pero manteniendo la diversidad y la pluralidad. La Iglesia Católica estadísticamente es la mayor iglesia cristiana del planeta. Está presente en la mayoría de los países del mundo donde su legislación permite la actividad y desarrollo de la Iglesia. Su organización actuales parecida a la de la ONU, un conglomerado de organizaciones, de entidades autónomas, de organismos propios, de asociaciones, de movimientos… que de forma armónica mantienen en funcionamiento la que se considera la entidad privada mas longeva de la historia (975 años) que sigue aun en funcionamiento y con el mismo cometido.
Pero precisamente su longevidad ha causado siempre muchos problemas a sus gestores y administradores. Hasta el Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) la iglesia se organizaba conforme a una estricta jerarquía y un poder centralizado en la persona física del Sumo Pontífice. Todo lo que sucedía en la Iglesia pasaba por el despacho del Papa y sólo el Papa tenía poder para tomar una decisión. Todo dependía del Papa.

Con el Vaticano II, apareció el concepto de «colegiación de los obispos» y el concepto de «Sínodos» (Asambleas). Los obispos son los representantes teóricos de los «Apóstoles» y por tanto sujetos a la autoridad del Papa. Como Obispos tienen la obligación de administrar los bienes de la iglesia diocesana (o local) y gestionar todas aquellas actividades que sirvan para atender las necesidades de los fieles a su cuidado. El Vaticano II puso las bases para la descentralización organizativa de la iglesia. Dando mas poder a los Obispos y posibilitando que los Laicos cristianos pudieran acceder a la administración de la iglesia o gestionar servicios eclesiales en apoyo del Clero y de los obispos, algo que antes no era bien visto.
Juan XXIII (1958-1965) puso las bases ecuménicas y de dialogo interreligioso del concilio, había sido nuncio en varios lugares y en su papel diplomático pudo conocer otras culturas y reencontrarse con líderes religiosos hasta entonces considerados heréticos. Pablo VI (1965-1978). Fue mas allá con el dialogo interreligioso, accediendo al reencuentro con el judaísmo y el islam. Fue quien cerró el Vaticano II e inició el camino de la «reforma de la Iglesia Católica» , Juan Pablo I apenas estuvo un mes en el cargo debido a su fallecimiento inesperado. Su misión era continuar con la reforma de la Iglesia Católica intentando aunar a los católicos para evitar futuros cismas, ya comenzaba por entonces a mostrarse algunas sensibilidades enfrentadas eclesiales a favor y en contra del Vaticano II.
Juan Pablo II (1978-2005) tuvo un largo pontificado por lo que pudo desarrollar gran parte del Vaticano II y llevarlo al siguiente nivel. Sin embargo tuvo también sus detractores porque a partir del atentado de 1981 , su pontificado se volvió regresivo y en algunos temas sensibles intolerante. Consideraba que si bien la reforma de la iglesia era necesaria, los pasos a dar debían ser mas reflexivos y pausados a fin de no cometer excesos o errores. Al final de su pontificado la iglesia estaba ya dividida en dos grandes sectores: los «conservadores» y los «progresistas». Ambos grupos querían la unidad de la iglesia y la reforma de la iglesia, pero discrepaban en el método para llevar a cabo estos dos objetivos. Y también discrepaban en algunos temas doctrinales que se polarizaron y extremaron en bandos irreconciliables.
El Conclave de 2005 surgió en un momento de gran tensión en el seno de la Iglesia, la polarización llegó al extremo de incluso sugerirse que podría acabar en un nuevo y dramático cisma. Los conservadores tenían al cardenal Joseph Ratzinger como su líder indiscutible, mientras que los progresistas estaban con un cardenal Martini en retirada que era el preferido por la mayoría. El Conclave dio la victoria a Ratzinger (Benedicto XVI) quien no quería ser Papa, que era un teólogo vaticanista sin apenas experiencia pastoral, ni de gestión. Su renuncia y su elección de Jorge Bergoglio, discípulo de Martini, como su delfín para el próximo cónclave. Los conservadores acabaron dando su voto a Bergoglio (Francisco I) en el conclave de 2013. Dando paso de nuevo a los reformistas progresistas.

Francisco I ha sido un punto y aparte de sus antecesores. Proveniente de otro continente, influido por el espíritu ignaciano como jesuita y moralmente franciscano en lo tocante a la humildad y pobreza, Francisco Ha retomado la reforma de la Iglesia ampliando la visión de la misma hacia la periferia, es decir dejar de ver a la Iglesia como una cuestión romana o europea. La Iglesia de la periferia aporta a la iglesia en general mucho mas que la iglesia europea. En la periferia hay mas católicos, hay mas devoción, mas vocaciones sacerdotales y mas espíritu cristiano que en la altamente secularizada Iglesia Europea.
Por eso este cónclave de 2025 es importante, Francisco con su camino sinodal ha abierto la puerta a una reconfiguración organizativa de la iglesia católica, igualando al clero con los laicos, acercando la práctica de la religión a los clérigos y transmitiendo la doctrina a los laicos. Se trata de no discriminar, de no marginar, de no separar. Se trata de Construir a partir de lo que nos une y rechazar todo aquello que nos separa. Francisco I fue al origen del cristianismo, a la práctica del cristianismo, a las visiones primigenias del cristianismo. A la base social de donde surgió el cristianismo.
Este conclave es el mas diverso y plural de todos, de hecho apenas se conocen los cardenales entre si y no todos hablan italiano o latín. Es el conclave mas globalizado, con una fuerte presencia de cardenales del «sur global» , por lo que se espera un Papa de consenso y diplomático, flexible y abierto a una reforma mas ambiciosa.
Han quedado algunas reformas pendientes: Tema del papel de la mujer en la iglesia en puestos de gran responsabilidad e incluso en el sacerdocio, el tema de poner fin al celibato, el tema de la integración del colectivo LGTBIQ+ en la Iglesia, la creación de una gran asamblea cristiana que funcione como un parlamento representativo y lo que se ha estado escuchando en las congregaciones generales de este conclave 2025, la necesidad urgente de contar con un Consejo de Gobierno que asista al Papa.
La iglesia es muy grande para que todo descanse sobre los hombros de una sola persona. La continuación de la descentralización de la iglesia y la necesaria democratización de la Iglesia acabando con siglos de Teocracia y adaptación de la Iglesia al mundo actual. Temas muy controvertidos, muy complicados y que tienen el riesgo de ser factores desestabilizadores que den lugar a un nuevo y dramático cisma.
Pronto lo sabremos…. A la espera de la fumata blanca…

(fotos. Créditos a quienes correspondan)
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