Queda apenas un mes para las fiestas conmemorativas del natalicio de Jesús de Nazaret en el mundo cristiano. Si hoy hiciéramos una encuesta preguntando ¿Por qué se celebra la Navidad? o ¿Quién era Jesús de Nazaret? muy pocos cristianos sabrían contestar a estas preguntas.

Al reducirse la formación cristiana a nivel general debido a la consideración de ser un asunto privado, individual e íntimo, como consecuencia del derecho que todos los ciudadanos/as en un entorno democrático, tenemos a elegir libremente nuestra religión y celebrar nuestros ritos y cultos, la mayoría de los estados democráticos o bien son laicos y o bien predomina la Libertad religiosa y de cultos.
Puesto que en las sociedades democráticas conviven y coexisten personas con diferentes religiones y/o confesiones, se ha hecho necesario establecer leyes y convenios (con organizaciones religiosas representativas) para asegurar dicha convivencia y coexistencia. El estado ya no es confesional y por tanto el Estado no adopta una religión oficial.

Las iglesias cristianas agrupadas en grandes bloques organizativos: Católicos, Iglesias Reformadas europeas y americanas, Ortodoxos según la nacionalidad, Coptos, etc… determinan su relación con los estados; pero también organizan sus estructuras internas, según su propio ideario, tradición o doctrina.
El origen de las fiestas de Navidad se pierde en la noche de los tiempos, se han sugerido tanto en el mundo cristiano como secular distintos orígenes. Para los cristianos la navidad propiamente dicha se produjo en la ciudad, hoy palestina, de Bethelem («Casa del Pan») el 25 de diciembre del año 1 de la era cristiana, según las convenciones establecidas para Católicos e Iglesias Reformadas; Sin embargo para los Ortodoxos equivaldría al 6 de enero del año 1 de la era cristiana (siguiendo el calendario juliano).
Para el cronógrafo del siglo V de la era cristiana, Dionisio «El Exiguo» , Jesús nació en el año 753 ad Urbe condita(desde la fundación de Roma). Pero Dionisio cometió el fatal error de no tener presente el año 0, que no existía en el calendario juliano romano. Borró de la historia el primer siglo de la cristiandad como si éste nunca hubiese existido.
Puesto que ubicar el nacimiento de Jesús es a priori misión imposible, los historiadores han acudido de nuevo a los evangelios a ver si encuentran pistas históricas que les indicasen cuando probablemente nació Jesús.
Descubrieron varias cosas curiosas:
1/ Jesús nació en el año 4 AC. Sus hipótesis se basa en un hecho relatado en los evangelios: Uno que Jesús nació durante el reinado de Herodes I «el Grande» (74 AC – 4 AC) por tanto, el nacimiento tuvo que ser antes o durante el año 4 AC.
2/ Jesús nació en el año 7 AC. Sus hipótesis se basa en el conocido censo romano que obligó – según los evangelios – a José de Belén, padre adoptivo de Jesús, a trasladarse a Bethelem para censar a su familia. Se conservan los censos romanos de aquella época y no hay ninguno en el año 1 DC, el anterior al año 1 DC se produjo en el año 7 AC por lo que Jesús debió nacer ese mismo año.
Si se confirman estas hipótesis nos encontraríamos con la paradoja que Jesús de Nazaret nació antes de Cristo, lo cual puede generar un problema doctrinal importante por simple contradicción.
Al margen del simbolismo de la fecha, la figura de Jesús de Nazaret aun hoy nos sigue siendo misteriosa e intrigante. Realmente , con los Evangelios en la mano, apenas conocemos nada de la vida de Jesús antes del año 30 AC. solo donde nació, cuando volvieron de Egipto a Nazaret para celebrar el Bar Mitzvah de Jesús, y a partir de ahí no sabemos nada de él hasta los treinta años. Los tres últimos años de vida lo tenemos por los evangelios muy documentados, así como su milagrosa resurrección y posterior ascensión a los Cielos.
Los creadores de contenido actual podrían perfectamente, aplicando técnicas de Inteligencia Artificial, hacer una simulación casi exacta de la vida de Jesús teniendo en cuenta, no solo los pocos textos que se disponen que hablen de la vida de Jesús, sino también de la historia secular y religiosa conocida del pueblo de Israel y del Judaísmo en aquella época. Tan perfectas que nos quitarían el trabajo a los historiadores convencionales y analógicos.
Ha habido desde el seno de las organizaciones religiosas cristianas (o «Iglesias») infinidad de historiadores y teólogos que han hecho acercamientos a la biografía (o hagiografía) de Jesús de Nazaret. Investigaciones que, acertadamente, humanizan a Jesús y lo desmitifican, en base a la información histórica disponible y siguiendo modernas metodologías historiográficas multidisciplinares.

A menudo las direcciones y liderazgos de las Iglesias mas conservadoras se han mostrados reacias a estudios hechos fuera de la supervisión eclesiástica, cuando no se han opuesto con contundencia.
Existe por una parte un temor a descubrir una realidad oculta que pueda socavar los fundamentos de la fe cristiana y la propia existencia de la misma; por otro lado hay como una especie de superstición (lo opuesto a la religión), acerca de permitir el acceso profano a lo mas sagrado y profundo de las conciencias humanas, de las creencias y devociones fuertemente arraigadas.
Pero también es cierto que los hay dispuestos a poner luz y taquígrafos en cuestiones que tienen que ver con los hechos relatados en los Evangelios y en general en toda la colección bíblica.
Considero, desde mis creencias cristianas, que si somos «seguidores de Jesús de Nazaret» , deberíamos saber mas de la vida, pensamiento, creencias, experiencias, obras y forma de entender el mundo y la vida de Jesús de Nazaret. Considero que ninguna iglesia tiene la propiedad de la biografía de Jesús de Nazaret. Jesús no es propiedad de nadie. Es la inspiración, es la guía, el faro, el camino a seguir según nuestras creencias, costumbres y tradiciones. ¿Qué hay de pecaminoso, negativo, de malo en saber mas de él? nuestras creencias no va a cambiar en absoluto, es mas se enriquecerá y eso nos acercará mas al rabino Joshua Ben Josef (Nombre hebreo de Jesús de Nazaret).
Pero ¿Quién era este rabino?.
En la época vital de Jesús de Nazaret (1-33) El judaísmo (religión de Jesús) estaba subdividido en varias ramas, escuelas, sectas y «caminos«. Existía un judaísmo «oficial» que se centraba en el Templo de Jerusalén (único existente), en el Sanedrín (órgano representativo del judaísmo oficial), y en las sinagogas locales (aún pocas en la época de Jesús).
Fuera del ámbito oficial existían comunidades de fieles que o bien no reconocían las autoridades del templo por múltiples causas; o bien preferían experimentar un judaísmo diferente o alternativo al oficial. Existían también los llamados «rabinos itinerantes» que recorrían aldeas y pueblos no solo con fines religiosos, sino que a menudo asistían a las autoridades locales en cuestiones políticas, sociales y culturales. Eran consideradas personas dignas de respeto por parte del pueblo.
Los rabinos, o maestros de la Ley, abrían caminos hacia la fe, acompañaban a los creyentes y no creyentes a conocer con detalle la complicada arquitectura jurídica, costumbres y rituales, que ayer como hoy, figuran en la Torah o Ley Sagrada Judía. Con ese conocimiento los rabinos podían acreditar el fiel cumplimiento de la Torah de sus fieles.
En tiempos vitales de Jesús, el territorio ancestral del pueblo hebreo se encontraba bajo ocupación militar del Imperio Romano, ese territorio constituyó, tras la muerte del Rey Herodes I «El Grande«, la Provincia Imperial de Judea (4 AC -135 DC), gobernada por un Prefecto o Gobernador militar, desde Cesárea Marítima y en ocasiones también desde Jerusalén.
Jesús era étnicamente hebreo, judío de religión y de lengua vehicular aramea. Su familia estaba asentada en la entonces aldea de Nazaret, una aldea de campesinos y pastores, en la que apenas había edificios públicos y las casas eran de pequeño tamaño. La Autoridad romana apenas se notaba en el ambiente, por lo que fue una región, la de Galilea «de los gentiles«, fuertemente nacionalista y secularizada. La influencia helenística o griega estaba presente en su cultura.

Al no tener inicialmente sinagoga propia, la cuestiones y rituales judíos se hacían en casa tomando la Torah como base para su celebración. En estos casos solía un rabino itinerante visitar estas recónditas aldeas. La falta de escuelas y de rabinos estables provocó que el pensamiento griego, el pragmatismo fenicio y la propia iniciativa de los galileos, se mostrasen distantes del judaísmo oficial.
La Galilea era un foco de rebeldía y abundaban sectas y grupos armados que iban recorriendo las aldeas en un intento por sublevarse de la ocupación de los «infieles» romanos y de las ideas perniciosas que según ellos procedían de los extranjeros (griegos y fenicios principalmente). Los encargados de propagar estas ideas identitarias del «Pueblo de Israel» eran fanáticos religiosos, gente violenta y a veces equivalentes a lo que hoy denominaríamos «terroristas«.
Sabemos por los evangelios que una vez que Jesús nació la «sagrada familia» viajó a Egipto a refugiarse, huyendo de la «Matanza de los Inocentes» atribuidas al rey Herodes. Estuvieron un tiempo viviendo en el delta del Nilo, en comunidades judías (Los «Apiru» en Egipcio antiguo) allí asentadas de obreros de la construcción. Aproximadamente estuvieron trece años viviendo allí, por lo que Jesús de Nazaret se crio en Egipto en unos años cruciales para su desarrollo físico y psicológico.

Probablemente sus padres, con ayuda de algún rabino local, le enseñarían los rudimentos de la fe judía, aprendería a leer y a escribir, a contar y a vivir conforme a sus costumbres religiosas. Sin embargo no podemos descartar que Jesús como niño o adolescente sintiera curiosidad por la cultura dominante en Egipto en aquellos años, la cultura helenística de los faraones Ptolomeos de Egipto.
Regía Egipto en aquel momento la famosa reina Cleopatra VII thea Filopator (51 AC-30 AC), ultima faraona de Egipto, conocida esposa de Julio César, dictador de Roma y amante del Prefecto romano Marco Antonio.
La cultura, el arte, la reconstrucción de monumentos antiguos (en los que seguramente trabajó José el padre adoptivo de Jesús), y el auge de las ciencias y humanidades greco egipcias, estaba en el ambiente y no solo en las instituciones. Egipto era la cuna del saber, junto al mundo griego, de la antigüedad. Jesús posiblemente no fue ajeno a este intercambio cultural natural que se daba en el antiguo Egipto.
A los 12 o 13 años la familia de Jesús regresa a Nazaret, haciendo parada en Jerusalén para que Jesús pudiera ver como su padre ofrecía sacrificios en el Templo. Estaba siendo preparado para su Bar Mitzvah , ritual judío de paso de la infancia a la edad adulta, y la visita al templo era algo que no podía evitarse. Allí sucede la escena – anécdota – de Jesús hablando con los maestros de la Ley tras desobedecer a sus padres. Luego le cayó una buena regañina como era natural. Una vez en Nazaret los evangelios nos cuentan como fue la celebración del Bar Mitzvah de Jesús. A partir de ahí, de los 13 a los 30 años, un terrible silencio biográfico.
¿Qué pudo hacer Jesús entre el año 13 y el año 30? Los evangelios nos indican que tuvo una vida normal como cualquier otro jóven considerado adulto en su época. Lo mas probable es que su padre lo pusiera a trabajar para ganarse la vida. Los rabinos se encargarían de su formación religiosa.

En la versión griega de los evangelios se menciona el vocablo «Tecnos» como el oficio propio que ejercía Jesús, su padre y probablemente alguno de sus hermanastros (del Matrimonio de José con su anterior esposa, de la que enviudó). Esta palabra ha sido traducida de mil formas distintas, desde un carpintero a un obrero de la construcción; desde un ebanista hasta un arquitecto. No existe una traducción exacta en un lenguaje actual, se suele aceptar la traducción de «Artes«, pero tampoco nos deja mucho espacio a la imaginación.
Jesús no debió estar viviendo de forma permanente en Nazaret, dado que había pocas casas y era una región muy pobre como para invertir en nueva construcción. Una de las hipótesis es que ejerciera de forma itinerante su trabajo y que por lo tanto viajara por toda la región en busca de clientes y proveedores. Posiblemente estuvo en la zona del Líbano entonces tierra de fenicios, que eran grandes comerciantes.

No sabemos en general realmente donde estuvo y cuanto estuvo en cada lugar. Pero por su vida pública posterior al año 30 se aprecia que Jesús estaba acostumbrado a viajar. Sabemos por los evangelios que tenía conocimientos médicos, dado que muchos de los milagros, en realidad son técnicas usadas en medicina en la época de Jesús. ¿Dónde pudo obtener esa formación? dos eran los lugares mas certeros, Egipto, donde estaban los mejores médicos del momento y Grecia, donde la ciencia médica había avanzado mucho en tiempos de Jesús. A cualquiera de los dos lugares podría haber viajado Jesús.
La formación religiosa de Jesús probablemente vino de algún rabino local itinerante. Sabemos que Jesús se tomaba muy en serio su papel de primogénito (del matrimonio de José y María), y por tanto su compromiso para con su misión ante Dios. En la mayoría de los casos los primogénitos se formaban para llegar a ser rabinos o personas instruidas en la ley judía, suficiente para ser un funcionario del templo.
Para ser Rabino en la época de Jesús – había aun pocos rabinos – además de tener una buena formación acreditada por sus maestros, se necesitaba una serie de requisitos (que fueron ampliándose con el paso del tiempo), ser aceptados como tales por las autoridades del templo, ser una persona experimentada y tener al menos doce seguidores (simbolizando las doce tribus de Israel).

Por su juventud y su trabajo es posible que aunque estaba formándose como experto en la Ley, aun no se decidiera a ser reconocido como rabino, a dar el paso, que implicaría tener tiempo para dedicarle a esta actividad. Su forma de vida itinerante y su posible bajo salario, además de su soltería no se lo ponían nada fácil. Por lo que si quería ser tenido por una persona de respeto, primero debía casarse y después madurar espiritualmente, quizás fueran estas motivaciones suficientes para postergar ese compromiso, que como primogénito y si quería seguir la tradición de sus padres, estaba obligado. La vida para un joven judío en la Judea ocupada por Roma no era nada fácil.
Fuera del trabajo y de su formación religiosa, se comportaba, según los Evangelios, como cualquier otro jóven de su época: iba a fiestas, se emborrachaba, siempre había prostitutas a su alrededor ( los lupanares romanos estaban muy extendidos por todo el imperio), se juntaba con gentes del «mal vivir«, con ladrones y pecadores… Probablemente estaba en el «mercado» del amor, buscando alguna chica que le gustase. No era habitual que un hombre judío estuviese en la soltería mucho tiempo. Lo normal era que tras el Bar Mitzvah se buscase una novia lo antes posible.
Jesús «el desconocido» si se considera como objeto de estudio e investigación secular se presenta incluso como mas interesante que el mitificado Jesús de Nazaret convencional ofrecido por las doctrinas oficiales de las iglesias cristianas.
Lo que pretendo con esta primera entrega es una aproximación en base a mis conocimientos, mis creencias y mi deseo como historiador de iluminar partes de la historia desconocidas o poco estudiadas. La Navidad es buen momento para este acercamiento al Jesús humano, mas allá de las luces, musica y adornos navideños. Hay tiempo para la diversión, pero también para la reflexión.

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